Las denuncias periodísticas que se han presentado sobre manipulación de datos y firmas para la inscripción de partidos políticos son sumamente graves. Afectan directamente a la ciudadanía y las esperanzas que debería tener nuestro pueblo en la democracia.
Se vulneran derechos de ciudadanos cuyas identidades podrían haber sido suplantadas. Se cuestiona el trabajo legítimo de partidos y militantes comprometidos con la buena política.
Por otro lado, hacen ver la fragilidad de nuestro sistema electoral, ya que no solo se refieren a firmas falsas, sino al robo de identidades y otros delitos muy serios.
Se ha puesto en evidencia que los procedimientos de control de los que disponemos no son los más adecuados. Hay limitaciones y hasta incentivos perversos que hacen que se puedan presentar este tipo de situaciones.
En el caso del partido al que pertenezco, el proceso de inscripción de firmas terminó en el año 2022. Aunque yo me inscribí en el año 2024, no por eso voy a hacer oídos sordos ante algo que es tan delicado.
No solamente por mí y por los que apostamos por un partido ya inscrito que nos acogió; tengo que tomar en cuenta a las miles de personas que se inscribieron adecuadamente en el partido.
Debo tomar en cuenta a las personas que, en los viajes por distintas regiones, me dieron su tiempo para conversar y conocer sus realidades, sus problemas y sus expectativas.
Es a ellos a quienes me debo porque es mi obligación hacer que se les respete. Debemos tener claro qué es lo que ha pasado acá.
Habría quedado de manifiesto la existencia de diversas mafias que lo que quieren es quedarse con el país, quieren corromper nuestra democracia infiltrando personajes en los partidos, en el aparato estatal, por todas partes. Tienen objetivos subalternos que lo único que hacen es destruirnos, y eso no se puede permitir. Eso lo tenemos que enfrentar aquí y ahora.
Es responsabilidad de todos los partidos tomar en serio esta situación y considerar la posibilidad de haber sido afectados por delincuentes.
Es indispensable, de inmediato, empezar investigaciones muy profundas sobre qué es lo que ha pasado, denunciar y que los responsables vayan a la cárcel, y empezar a corregir las deficiencias que tiene nuestro sistema, rescatando y protegiendo a quienes actúan de buena fe y dan el difícil paso de entrar a una política desacreditada para convertirla en lo que debe ser, la herramienta para tener el país que todos queremos y merecemos.
Aprovecha la NUEVA EXPERIENCIA, recibe por correo y por Whatsapp nuestro periódico digital enriquecido. Perú21 ePaper.
¡Ahora disponible en Yape! Búscanos en YAPE Promos.
