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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Esta semana participamos en un foro que organizamos el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con la Cámara de Diputados de México y una asociación civil llamada Un Kilo de Ayuda, a propósito del Presupuesto Base Cero.

En México, debido a la caída del precio del petróleo, se ha decidido la revisión de todas las líneas programáticas y examinar dónde existe duplicidad de programas, dónde no se está ejecutando con eficiencia y dónde se obtienen programas con baja efectividad frente a sus objetivos, para que de esta manera se realicen recortes presupuestales que no afecten negativamente la economía del país.

Teniendo en cuenta este contexto, es un buen momento para discutir dónde la inversión del Estado es costo efectivo y dónde se pueden reasignar recursos de tal manera que se tengan impactos en el bienestar de la población y la productividad del país.

El premio Nobel de Economía del 2000, James Heckman, nos mostró por qué, además de ser un derecho de los niños, existían razones económicas válidas para atender primero, y de manera integral, a los infantes desde que nacen hasta los tres años.

Estudios neurológicos demuestran que esta es la etapa más importante para establecer las sinapsis que permitirán su capacidad de aprendizaje para el resto de la vida.

Así, la atención no solo debe concentrarse en los espacios tradicionales de salud (sobrevivencia y niño sano) o de nutrición y crecimiento, sino, además, incorporar la comunicación, la salud y la seguridad emocional y social del niño, y también la estimulación temprana para un cabal desarrollo multidimensional.

La desigualdad social en América Latina es más dramática en la infancia temprana, y la falta de oportunidades futuras desde ese momento hace que los países de nuestra región tengan menos posibilidades de avanzar de manera consistente.

Este es el momento para que nuestro Congreso se enfoque en lo más importante y urgente para el desarrollo del país.