No mentirás

Cerca de 60 mil personas respaldan petición para destituir al Fiscal de la Nación. (César Campos/Perú21)

“Si por mentir me van a inhabilitar, todos los abogados tendríamos que dejar el Colegio de Abogados”. Lo dijo Pedro Gonzalo Chávarry, fiscal de la Nación. El cinismo del fiscal ha sobrepasado todos los límites, no solamente porque nos ha insultado a las y los abogados del Perú, sino porque ya ni siquiera le da vergüenza decir que es un mentiroso; ha perdido el respeto de sus pares y de la ciudadanía.

Es cierto que hay abogados presos que han deshonrado nuestra profesión formando parte de organizaciones criminales, pero que sean muchos no significa que sea lo correcto y menos que por la cantidad se asuma que es normal. La gente está harta de la corrupción y por eso una nueva generación de fiscales ha conquistado a la ciudadanía convirtiéndose en la esperanza de una convivencia civilizada que sanciona a los delincuentes sin importar su poder y su riqueza.

El Colegio de Abogados del Lima (CAL) ha admitido un proceso disciplinario contra Chávarry, ya que en su Código de Ética se establece: Artículo 6.- Son deberes del abogado: 1) Actuar con sujeción a los principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez, eficacia y buena fe; así como del honor y dignidad propios de la profesión”.

La presencia de Chávarry en la Fiscalía de la Nación es una ofensa al país, es un elemento desestabilizador de la democracia porque la emprende públicamente contra el presidente y contra los propios fiscales que luchan contra la corrupción desnaturalizando sus funciones, conforme lo señala la Ley Orgánica del Ministerio Público: Artículo 1.- Función: “El Ministerio Público es el organismo autónomo del Estado que tiene como funciones principales la defensa de la legalidad, los derechos ciudadanos y los intereses públicos, la representación de la sociedad en juicio…”.

#FueraChavarry no solamente es una tendencia en las redes sociales, es una respuesta al grave daño perpetrado por él mismo, ya que, como dice el dicho, “en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”.

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