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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Desde todas las tiendas políticas y sociales, el mensaje a la alcaldesa Villarán fue claro: cambie de estilo, de programa y de equipo.

Han pasado los meses y la distancia de lo que se esperaba en la nueva gestión y los resultados son poco menos que calamitosos. Antes que concertar con el PPC, partido que le brindó esa segunda oportunidad a fin de cuentas, la alcaldesa prefirió recostarse en sus antiguos aliados e ideales. La popularidad de la señora Villarán refleja los resultados de ello: de marzo a la fecha ha pasado de un 43% a un 19%, con 78% de desaprobación.

Ningunear a la opinión pública demuestra la falta de sentido político de la alcaldesa y su equipo y, por ello, no esperamos que los resultados de ayer –que le brindan al PPC el manejo del concejo municipal– cambien su filosofía de gobierno. El acuerdo por la gobernabilidad, por el que tantos allegados apostaron, fue saboteado desde el inicio por la misma alcaldesa. Vistas así las cosas, hay que pensar en cómo transitar lo que queda de la gestión municipal.

Empero, también hay que mirar hacia los próximos comicios. Según nuestra última encuesta, el ex alcalde L. Castañeda se perfila como eventual ganador con 58% de intención de voto, seguido de R. Belmont (10%) y de la alcaldesa Villarán (7%). Los siguen P. Butters (5%), S. Heresi (5%) y P. Secada (2%).

Lima no puede seguir atornillada a los fantasmas del pasado, menos aún a gestiones cuestionables y/o ineficientes. Por ello, creemos que es el momento para que la ciudadanía encuentre, en un nuevo liderazgo, el norte perdido durante estos años. Y ojalá la alcaldesa reconozca, finalmente, la necesidad de agradecerle a Lima y no se presente a la reelección.