(Renzo Salazar)
(Renzo Salazar)

Existe la intención entre un grupo de parlamentarios de crear una nueva comisión investigadora, que ahora se aboque a ver lo que antes no quisieron: los aportes de campaña que hizo Odebrecht a varios partidos políticos. Un asunto que no fue parte de los encargos de la comisión Lava Jato que presidió la fujimorista Rosa Bartra.

En abril, los miembros de esa comisión acordaron solicitar al Pleno la ampliación de sus líneas de trabajo para ver los aportes a las campañas electorales, pero esto no se debatió. Y vistos los informes finales, en los que no se mencionó entre los responsables a Keiko Fujimori, a pesar de la investigación que corre en el Ministerio Público por esa misma razón, Bartra alegó que no podía incluirse a la lideresa de Fuerza Popular porque no fue materia del encargo.

Entonces, el congresista Víctor Andrés García Belaunde, de Acción Popular, planteó la creación de otra comisión especial que investigue el financiamiento de las campañas de 2006, 2011 y 2016. Por su parte, en su informe en minoría de la comisión Lava Jato, el congresista Humberto Morales, del Frente Amplio, también propuso la creación de un grupo investigador desde 2001 hasta 2018.

Puede ser aparentemente loable el interés de profundizar en el caso Lava Jato. Sin embargo, creemos que otra comisión así solo sería una pérdida de tiempo y de dinero, cuando los fiscales ya están trabajando a fondo y en estrecha colaboración con sus pares brasileños. Además, más de un partido tiene rabo de paja en esto, así que con qué autonomía actuaría.

Asimismo, Fuerza Popular puede ser una bancada golpeada hoy, pero mantiene la fuerza de sus votos, y haría todo para ampliar el caso y no llegar a nada concreto. Como dijo Milagros Salazar, si vamos a investigar campañas electorales, que también se incluya a las regionales. Sería de nunca acabar.

Por qué mejor no dejar el caso en el Poder Judicial y que los congresistas se dediquen en los dos años y medio que les queda a la legislación pendiente que requiere el país para su desarrollo. Para 2021, ¿cuál será su gran herencia legislativa?