Matar, fusilar, degollar

El video que mostraba a 40 muchachos usando esa pedagogía del cantito agresivo tan cara a los institutos militares, trotando y entonando una letra tan poco edificante como: “Argentinos mataré… bolivianos fusilaré… peruanos degollaré…”, fue condenado, como era lógico, por las autoridades de la Armada y del Ministerio de Defensa de Chile.
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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

No por desentonados sino por sus aberrantes amenazas que, quizá, tengan una equivalente similar en los países amenazados. Si un instituto armado da libertad a sus subordinados para improvisar los cantitos que acompañan sus rutinas físicas, se supone que lo expresado –dado el bajo nivel de capacidad crítica de los jóvenes soldados– es producto de las enseñanzas que reciben. En el caso de Chile, resulta más preocupante aún dado que se trata del país de Sudamérica que más armas compra en relación a su tamaño y población. Se huele una animadversión que resulta totalmente impropia y anacrónica en tiempos en que la integración regional se ha acelerado como nunca antes en la historia. Por primera vez, decía el presidente de Uruguay, José Mujica –refiriéndose al tema de la integración regional–, los mandatarios del área dejan de lado las diferencias coyunturales para atender la necesidad imperiosa de conformar un bloque regional que hable con autoridad al interior del concierto internacional. Es como si, de pronto, una brisa de realismo hubiese iluminado a nuestros estadistas.

No dejemos que esta tontería, ni la defensa infantil que un diputado chileno del partido oficialista Unión Democrática Independiente ha hecho del mismo, enturbie el saludable proceso en marcha.

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