La semana pasada se estrenó la más reciente entrega del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), Thor: amor y trueno (Love and Thunder, en inglés). Bajo la dirección del reconocido Taika Waititi, esta película es la cuarta entrega sobre las aventuras del dios del trueno.
Ahora encontramos a Thor (Chris Hemsworth) en medio de un nuevo dilema. Un ser llamado Gorr (Christian Bale) está arrasando con el universo matando a cualquier dios que se atraviese en su camino. Es así que el dios del trueno irá al rescate, pero no estará solo: las circunstancias harán que se encuentre de nuevo con Jane (Natalie Portman), su exnovia.
El inesperado reencuentro llega con una novedad: Jane tiene ahora la posesión de su martillo, el Mjolnir, lo que la convierte en la poderosa Thor. Sin embargo, aunque Jane presente valentía, tras su armadura esconde un duro secreto: sufre de cáncer y teme por su vida. Ahora que el martillo le está dando una segunda oportunidad, tal vez pueda cambiar su destino.
Marvel ha perfeccionado su fórmula para hacer sus películas de superhéroes. El estudio no duda, saben exactamente lo que la audiencia espera de cada entrega y no defrauda. Las bromas logran encantar al público y los efectos especiales llegan a sobresalir al crear nuevos mundos. Otro elemento destacable es la química entre los actores principales. Hemsworth y Portman llegan a encantarnos con el cariño que derrochan y su amor llega a conmocionarnos en las escenas más vitales. Portman muestra fuerza y vulnerabilidad como la nueva Thor, decidiendo cambiar el rumbo de su vida para la salvación de otros.
Lo único que podría cuestionarse de Thor: amor y trueno es su irregularidad. A veces las bromas llegan a sobrecargar el guion y las escenas dramáticas sobresalen cuando anteriormente las precede una escena cargada de chistes flojos. El humor y la irreverencia es el éxito de Marvel, nadie lo niega, pero tal vez no haría daño en su filmografía variar un poco. O al menos, cargar con un poco más de emoción y seriedad una historia tan íntima como lo es la de un paciente de cáncer.
Con Thor: amor y trueno vuelve la fórmula de Marvel. Divertida y con un poco más de emoción que lo usual. Está en cines.
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