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Redacción PERÚ21

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Escritora

La próxima semana se inicia la 35° Feria del Libro Ricardo Palma, y una de sus mejores sorpresas es la reedición de Nueve lunas, de Gabriela Wiener, bajo el sello Seix Barral. Publicado en el 2010, este libro de no ficción inauguró un tema ahora capital en la literatura: el embarazo. Usualmente relegada a las revistas femeninas y a los manuales de autoayuda, la gestación de un bebé se convirtió de un día para otro en asunto literario y Wiener construyó con él un poderoso testimonio alejado de los lugares comunes: un relato de una mujer que ve su barriga crecer y observa el mundo convertirse en un territorio incierto; una honda e impúdica reflexión acerca de la maternidad de hoy, sus desafíos y sus laberintos. Wiener había publicado antes Sexografías, un volumen de crónicas gonzo que ya le había dado notoriedad, pero con Nueve lunas su nombre se consolidó: escribir tan bien como Wiener no es algo que se vea muy seguido. Inventar un tema literario es bastante raro. Y lograr un libro inquietante y bello con él es excepcional.

"Me pregunté por qué hasta ahora el embarazo era un tema tan poco literario, por qué era una de esas cosas llamadas, despectivamente, 'de mujeres', por qué no podía entenderse como algo tan estético, intelectual, urgente y universal como la muerte, el amor, la enfermedad o la guerra", dice Wiener en una entrevista. Efectivamente, las escritoras, para ser tomadas en serio y no ser relegadas a la subcultura, han tratado durante años de evitar aquellos temas específicamente "femeninos". Las pocas madres de la literatura tradicional eran retratos diabólicos o idealizados; y hoy, gracias a libros como este, esos estereotipos son reemplazados por mujeres reales que gestan y crían nadando en un mar de dificultades y sentimientos contradictorios.

En el 2007 di a luz a mi primera hija y fui testigo del lado B de la vida, aquel que las personas sin hijos imaginan igual que los humanos imaginamos la vida extraterrestre. Pero no pude encontrar ni en la literatura ni en el teatro representaciones de la maternidad que dieran cuenta de ese huracán. Urgida por indagar escénicamente en ese asunto que me tenía tomada, escribí una obra sobre el embarazo y el posparto. Luego llegó a mis manos, como agua bendita, Nueve lunas y su lectura me dio valor para seguir indagando escénicamente en la maternidad. En los años siguientes, mis alumnos han tenido que fotocopiar su libro innumerables veces para discutirlo y aprender de él (la primera edición se agotó pronto en librerías limeñas). Me alegra que por fin vayan a dejar de hacerlo. Nueve lunas estará en librerías nuevamente y serán muchos quienes accedan a "ese viaje solo de ida que es el embarazo".