Mariana de Althaus: Un hombre de teatro
Mariana de Althaus: Un hombre de teatro

Redacción PERÚ21

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Escritora

Tuve la suerte de trabajar con Carlos Gassols en el elenco de la obra Durmientes, dirigida por Lourdes Velaochaga en el 2004, y él me dio una lección que guardaré toda mi vida. La obra era extraña, los personajes indescifrables y su rol le exigía muchísimo físicamente, pero él enfrentaba todo esto con seriedad, humildad y amor al trabajo. Llegaba temprano, memorizaba silenciosamente sus larguísimos monólogos, prefería proponer amablemente antes que cuestionar; y nos trataba, a tres principiantes actrices y a la joven directora como si fuéramos de su nivel. Su interpretación era enérgica y magistral, nada parecido a lo que uno podría esperar de un actor de 75 años. Después de esta experiencia, yo estaba dispuesta a hacer todo lo posible por dirigirlo en una obra mía. El año pasado lo invité a integrar el elenco de Karamazov, pero él tenía que rodar la película Entre amigos. Su papel lo hizo maravillosamente Enrique Victoria, pero igual me quedé con el deseo de dirigir a Carlos. Y aún no pierdo las esperanzas.

Carlos Gassols ahora tiene 85 años y ha escrito un maravilloso libro de memorias: Mi vida en el teatro. El volumen editado por la Universidad Garcilaso de la Vega recoge sus ochenta años de carrera y ofrece un singular recorrido de la historia de nuestro país a través de la mirada de un hombre de teatro. Su debut a los 5 años en la compañía infantil Hermanos Gassols, un elenco de niños que hacía obras para adultos y que realizaba giras por toda la costa peruana, Chile y Argentina; su paso por la Ensad; su importantísima labor como director del Sindicato de Actores Peruanos mientras dirigía la telenovela Simplemente María; sus años en Argentina; su trabajo como dramaturgo; y los cientos de obras que ha hecho en nuestro país. Es fascinante ver la evolución del teatro peruano desde sus ojos: el auge del teatro de inicios del siglo XX, el golpe que sufrió con la llegada del cine; el nacimiento de Histrión, del TUC, de Yuyachkani, etc.

"Yo solo soy un hombre de teatro. Eso soy". El testimonio de Gassols nos habla de una forma de vivir el teatro que hoy es difícil de encontrar: la del profesional comprometido, solidario, sin egos ni engreimientos. "Escribí este libro con la ilusión de que la humanidad sea mejor que la que encontramos", dijo Carlos en la emotiva presentación de su libro en la Feria del Libro. Me voy de la feria conmovida y pensando que ojalá al final de mi carrera yo sea merecedora de aunque sea la mitad del cariño y el respeto que le tenemos a él. Porque Carlos es, además de un gran hombre de teatro, una admirable persona. Y eso es mucho más importante.