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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Hace poco conocí a una persona que acababa de volver a Lima luego de una temporada viviendo fuera. Automáticamente y sin querer le pregunté si aún tenía alergia. Él se sorprendió y asintió, a la vez que se daba cuenta de que era eso lo que le fastidiaba desde que regresó: le picaban los ojos, le ardía la garganta y no, no estaba resfriado.

A mi regreso a Lima –luego de un año estudiando en Londres – caí en la cuenta de que tanto mi pareja, mi pequeña hija y yo estábamos sufriendo los efectos de la contaminación que afecta a nuestra ciudad. Recién a los dos meses nos acostumbramos a ella. Dejamos de sentir molestias en los ojos y nos olvidamos del pesado carraspeo. Dos meses necesitamos para que la contaminación del aire se nos volviese común, parte de nuestros días, de nuestra vida.

Un estudiante extranjero, quien visitó nuestra capital por un curso corto, me hizo notar el color mustio y negruzco que cubre los labios de muchas personas, las mangas de las camisas sucias y las uñas de las manos llenas de mugre. Esas son las señales de la contaminación. Cada día convivimos con ella, nos enferma y ni cuenta nos damos.

Según la encuesta Lima Cómo Vamos, un 35% de limeños cree que la contaminación es uno de los tres principales problemas de la ciudad, porcentaje que se ha reducido en los últimos años. Además, entre los problemas ambientales, un 17% menciona la calidad del aire pero, para la mayoría, un 77%, es la congestión vehicular. Por supuesto, un país que no regula adecuadamente sus combustibles y que carga más costos al que menos contamina es un país cuyas emisiones serán siempre nocivas y sobrepasarán largamente los límites permisibles.

Otras medidas necesarias involucran a las regulaciones de las características de los motores de los nuevos vehículos así como los absurdos desincentivos económicos que impiden importar vehículos híbridos o eléctricos. Cuando el buen ambiente es considerado un lujo es que este tipo de sinsentidos ocurre. Mientras tanto seguiremos respirando contaminación.

Este martes es el Día Mundial sin Autos y en varias zonas del país se están organizando actividades. En Lima, San Isidro prepara caravanas ciclistas para llegar al centro financiero; San Borja y Surco una bicicleteada; y, desde el Minam, en alianza con Mobilis, se ha organizado, por primera vez, la Semana de la Movilidad Sostenible que incluye una feria ciclista el próximo fin de semana.