De la mano de David. (USI)
De la mano de David. (USI)

La informalidad aparece cuando los costos de cumplir las leyes –las reglas de juego– superan los beneficios que aquello conlleva. Esto se debe a que ser formal implica asumir (i) costos de ingreso (constitución, permisos, etc.) y (ii) costos de permanencia (tributación, beneficios laborales, etc.).

Lamentablemente, estos costos son muy altos (no por nada la informalidad llega al 70%) y aparentemente el titular del MEF, David Tuesta, no considera el panorama completo.

Queda claro que Tuesta decidirá lo necesario para asegurar la sostenibilidad fiscal. Hasta ahora decidió (a) elevar el ISC a ciertos bienes, (b) evaluar una reducción de 50% en las exoneraciones tributarias y (c) hacer que personas de menores ingresos paguen IR –felizmente Villanueva impidió lo último–.

Sin embargo, podría ocurrir que el MEF equilibre nuestras cuentas fiscales a costa de subir la informalidad. Esto se debe a que inevitablemente las decisiones –hasta el momento– encarecerán los costos de permanencia en la formalidad.

Perú ya tiene aproximadamente 5.7 millones de empresas, de las cuales casi 80% opera en la informalidad y, además, emplea cerca de 8.1 millones de peruanos (ComexPerú).

En este contexto, el MEF acaba de anunciar que trabajará con el Banco Mundial para apuntalar el clima de negocios de las mipyme, tomando como referencia el Doing Business. Sí, el mismo reporte que muestra que nuestro peor desempeño es el vinculado al “pago de impuestos”, en el cual nos ubicamos en el puesto 121/190.

Si la idea es hacer que las mipymes crezcan y sean formales, excelente. Si la idea es pegarle al formal y encapsular a las mipymes en una burbuja, las consecuencias son evidentes. Veamos hacia dónde nos lleva Tuesta.