Sinfonía por el Perú brindará concierto gratuito en el Teatro Municipal este 1 y 2 de abril. (Difusión)
Sinfonía por el Perú brindará concierto gratuito en el Teatro Municipal este 1 y 2 de abril. (Difusión)

Los bomberos no habían terminado de apagar el incendio de la catedral de Notre Dame y el grupo empresarial Louis Vuitton Moët Hennessy (el de las carteras, champanes y accesorios de lujo) ya había anunciado la donación de 200 millones de euros y el apoyo de su equipo creativo y financiero para activar inmediatamente la reconstrucción.

El magnate François-Henri Pinault, uno de los más ricos de Francia, famoso esposo de Salma Hayek y dueño de Gucci, también confirmó 100 millones de euros. El grupo L’Oréal hizo lo mismo. Junto a ellos, han aparecido otras empresas francesas que ante este desastre que impactó en el corazón galo, han decidido meterse la mano al bolsillo para salir del mal momento.

Sería absurdo intentar comparar a los millonarios franceses con los peruanos, pero el Perú tiene seis multimillonarios que aparecen ranqueados en Forbes con una fortuna acumulada de casi US$11,000 millones. Además, hay 14 familias con un patrimonio superior a US$100 millones y varias otras con algunos millones. ¿Cuántas veces se les ha visto echar mano de su riqueza extrema para reconstruir el patrimonio peruano perdido o para ponerlo a disposición de la cultura?

Cuando el Teatro Municipal quedó reducido a escombros, ninguno de esos millonarios peruanos alzó la mano. Tuvo que pasar una década para que finalmente se pueda reconstruir con dinero público. Eran cerca de US$3 millones. No era un monto inalcanzable, como lo demostraron algunas de las empresas locales cuando se sentaron rápidamente alrededor de su mesa gremial para hacer una chanchita de US$2 millones a favor de la candidatura de Keiko Fujimori contra Ollanta Humala.

¿Y si más bien lo hiciesen para recuperar nuestro patrimonio y la tradición de mecenazgo que tuvieron personas como Víctor Larco Herrera? El Perú sería otro.