Maniobras fiscales. (Foto: El Comercio)
Maniobras fiscales. (Foto: El Comercio)

Mientras se alargan cansinamente las elucubraciones escolásticas sobre si el actual gobierno mancilló o no determinado acápite, cláusula o codicilo de la Carta Magna al cerrar un Congreso que convirtió la violación de la ley y el encubrimiento de delincuentes en práctica emblemática, el crimen organizado de cuello y corbata continúa con su labor de zapa.

Operando al igual que siempre, a la luz del día y sirviéndose de los pliegues del orden legal, tres de los más notorios personajes sindicados como integrantes de la mafia judicial de Los Cuellos Blancos, los fiscales supremos Pedro Chávarry Vallejos, Tomás Gálvez Villegas y Víctor Rodríguez Monteza, lograron forzar una votación en la Junta de Fiscales Supremos para apartar a Pablo Sánchez de la investigación que se les sigue. Una maniobra burda e irregular, como también lo interpretó la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, quien anoche, en un mensaje firme, precisó que esa instancia no tiene facultades para alejar a un fiscal de una indagación.

El zarpazo que intentaron dar Los Cuellos Blancos se sustenta en el temor de que los investigue un colega de su mismo rango con la experiencia y el conocimiento del sinnúmero de mañas administrativas, como lo es Pablo Sánchez.

Sin el fiscal Sánchez al frente del caso, el así llamado proceso “Lava Juez”, que busca erradicar la corrupción del Poder Judicial, hubiese entrado en una zona de riesgo, como bien lo sabe el trío bajo sospecha, pues los prominentes cargos que ocupan les dan poder suficiente para socavar cualquier avance en contra de la red de Los Cuellos Blancos, pese a que ya no cuentan con el coordinado y automático aval del fujimorismo y sus aliados del disuelto Congreso.

La fiscal Bersabeth Revilla, en el marco de la investigación que se le sigue a Chávarry por haber intentado remover a los fiscales Pérez y Vela sin sustento alguno, en la víspera del año 2019, debió pedir la suspensión preventiva de este en su momento, pero finalmente no lo hizo, sin entenderse hasta ahora las razones. Suspender al exfiscal de la Nación es clave para cambiar la correlación de fuerzas en la Fiscalía, de lo contrario la lucha contra la corrupción podría verse seriamente debilitada.

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