Difícil entender al puñado de congresistas y analistas que desfilan por distintos medios de comunicación culpando al “comunismo”, al “anarquismo” y la “prensa mermelera” por los resultados del domingo. Como alertaron algunos tuiteros, poco más y culpan a Papá Noel, ese viejo rojete, por la forma en que la gente votó. ¿Acaso los peruanos son tan manipulables o, peor aun, tan sonsos como para creer esa historia? Su desconexión con la realidad es más grande de la que pensé y describí aquí un par de días atrás.
Iván Lanegra compartió información que ilustra bien lo que no quieren ver: “En promedio, cada una de las opciones del referéndum obtuvo 13.5 millones de votos. Nunca en la historia del Perú tantos peruanos y peruanas votaron por una misma opción. Además, es el porcentaje más alto obtenido en una votación competitiva en toda la historia del país. Para que tengan una idea, si sumamos la votación para el Congreso de TODOS los partidos en 2016, tenemos 12’194,042 votos. La fórmula ‘Sí Sí Sí No’ obtuvo casi un millón y medio más”. Nadie en su sano juicio puede acusar de ignorantes manipulados a casi todos los peruanos en capacidad de votar, espero.
Adicionalmente, mientras que en setiembre el 53% estaba de acuerdo con la bicameralidad (Ipsos), tres meses después cerca del 90% la rechazó. La explicación más razonable para ese cambio es el boicot que introdujo la misma mayoría legislativa que hoy culpa a otros de su destino. La posición activa del gobierno sin duda sumó, demostrando la legitimidad ganada, pero no es gratuito que el resultado general del domingo tenga una correlación directa con la aprobación del Congreso.
Tanta negación explica bien la autodestrucción del fujimorismo y la forma en que dilapidaron dos años y medio. No parece haber remedio con ellos.