Seguimos sin pruebas moleculares, sin equipos de protección para la población, sin camas UCI y mendigando vacunas, señala el columnista.
Seguimos sin pruebas moleculares, sin equipos de protección para la población, sin camas UCI y mendigando vacunas, señala el columnista.

Mientras el mundo civilizado enfrenta la segunda ola con la población ya accediendo a la vacunación , en el Perú esperamos un milagro para que esta no vuelva a devastarnos.

Si, un milagro, porque seguimos desvalidos. Recordemos que en la primera ola fuimos de los últimos países en preservar la vida y estamos entre los más afectados en lo económico.

La falta de transparencia del ex presidente Vizcarra , su demagogia, ineptitud, mediocridad y la de su equipo de gobierno, son la causa inmediata de nuestra situación actual.

Luego de una infame gestión, seguimos sin pruebas moleculares, sin equipos de protección para la población, sin camas UCI, mendigando vacunas y con amenazas de volver a cerrar actividades económicas.

El presidente Sagasti, sabemos, es un hombre culto, con una buena base en fundamentos económicos y en políticas públicas, se ha pasado la vida estudiando cómo mejorar la gestión gubernamental.

Sagasti posee calidades personales ausentes en su predecesor; por ello sabe que las penurias del Perú, tienen su causa raíz, no en la Constitución, no en el régimen agrario, no en la economía social de mercado, ni en la " angurria” de la banca y del sector privado, ni en la sucesión de excusas y chivos expiatorios que denunció Vizcarra, sino en un mal endémico: La Ineficiencia Estatal, que sumada al populismo, la demagogia y la corrupción, son la verdadera causa de seguir esperando milagros.

El presidente Sagasti debe marcar un manejo diferencial de inmediato.

Transparencia, competencia y lo principal, impulsar una cruzada para mejorar la gestión del Estado, reorientándolo a servir al ciudadano con eficiencia en vez de succionarlo.