Luis Davelouis: Los votos de Guzmán

Hoy podría decidirse si Julio Guzmán sigue en carrera. Las opiniones de sus rivales están divididas: la mayoría opina que "deben cumplirse la norma y los procedimientos", lo que es perfectamente traducible por "que lo saquen". Dentro de esta corriente están los que dicen que el JNE debe medir a todos con la misma vara y, aunque sospecho también que quieren a Guzmán fuera de carrera, eso que piden podría interpretarse como "que nos saquen a todos porque ninguno ha cumplido a cabalidad".

La intención detrás de esto es clara: repartirse o reclamar como suyos los votos que queden huérfanos si sale el moradito, pero me parece que no es tan fácil. El mayor atributo de Guzmán no es, como cabría esperar en un país civilizado, su honestidad, su inteligencia, su capacidad o experiencia, no. Su mayor atractivo es que es nuevo o poco conocido. ¿Y cuántos más de quienes aún están en carrera pueden decir lo mismo?

Tengo la fuerte impresión de que si el JNE saca a Guzmán, muchos de sus votos regresarán al blanco o viciado. El hartazgo es así de grande y esos votos no se van a ir a favorecer a quienes solapadamente piden que lo saquen con el "la ley es para todos". Y aquí más malas noticias para quienes lo quieren fuera a cualquier precio: también es posible que una parte de esos votos se dirijan a perjudicar a quien sea más identificable como "el o la que se bajó a Guzmán".

Si, por ejemplo, el voto de guzmanlovers percibe que el Apra está detrás de su salida, podrían terminar favoreciendo hasta a Alfredo Barnechea o incluso a Verónika Mendoza. Donde sea que arda más.

Y este es el gran dilema: ¿cuánto hay que jalarle la pita al rival para bajárselo sin que te caiga en la cabeza?