Luis Davelouis: Viólala por su día

Ayer fue el Día de la No Violencia Contra la Mujer. Ayer, también, los congresistas Javier Velásquez Quesquén (Apra), Julio Gagó, Martha Chávez, Luz Salgado y Aldo Bardález (fujimoristas), y Javier Bedoya (PPC) condenaron a todas las mujeres violadas, sin importar si son mayores de edad o tienen 9 años, a cargar con las marcas de sus violadores.

En lo que solo puede ser entendido como una violación sistemática a la libertad individual y una afrenta contra la dignidad de las personas, la Comisión de Constitución del Congreso decidió que las mujeres no pueden decidir qué hacer con sus cuerpos luego de haber sido violadas. Incluso, algún imbécil –hombre, por supuesto– dijo en las redes que la mujer pierde la capacidad de decidir por el trauma de la violación. Me recuerda el tristemente célebre "si la mujer no lubrica, no se embaraza" de Juan Carlos Eguren (PPC). Prejuicio e ignorancia puros.

La OMS, la Defensoría, los ministerios de la Mujer y de Salud se pronunciaron a favor de la despenalización con bases científicas. La comisión no quiso recibirlos.

Chávez y Salgado avalaron las esterilizaciones forzadas de Fujimori y hoy les parece un horror que una mujer aborte si es violada. ¿Quiénes son estos sujetos para decidir sobre la vida, el cuerpo, la intimidad, la salud física y mental de todas las mujeres? Pasa que el Perú sigue en el siglo XVII y las mujeres deben ser tuteladas.

Nadie está en el cuerpo o en la cabeza de nadie más. Lo más útil, lo mejor que puede hacer alguien frente a la desgracia ajena, por justicia, por humanidad y, por último, porque no estuvo ahí para evitar esa desgracia o ayudar a la víctima, es permitir que quien la padece decida qué hacer y apoyar tal decisión. Nada más.