PUBLICIDAD
Luis Davelouis: Hacer trampa
Imagen
Fecha Actualización
"Yo necesito que estos indios sepan leer –me dijo un ex presidente de Confiep en un CADE, señalando a algunos hombres que trabajaban en el campo– si no, ¿quién va a manejar las máquinas en mis empresas?". Había tomado varias copas de pisco sour pero había franqueza en lo que decía. "Es un tema de supervivencia para nosotros –decía, poniéndose la mano en el pecho–; si queremos crecer, hay que preparar de alguna manera a esta gente".
Tiempo después, un ex presidente de la SNI me decía por teléfono que no entendía "por qué les enseñan historia a estos indios" si "eso los subleva" y "ellos están para tirar lampa nomás, no queremos que piensen".
Otro ex presidente de Confiep, convencido de que había que replantear el papel y responsabilidades del empresariado en la agenda de desarrollo y construcción nacional en todos los ámbitos, dijo uno de los discursos más coherentes, equilibrados, autocríticos y justos que le he escuchado a un empresario. Más tarde, luego de que varios conspicuos miembros de su gremio minimizaran sus palabras ante los medios, el también presidente de CADE me explicaba: "No es que no entiendan, es que a algunos no les interesa; no es incapacidad, te importa o no" y se fue, solo como un hongo, caminando a su hotel.
Todo eso sucedió bien entrada la primera década del siglo XXI, pero parece sacado de 1960.
El presidente de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), vicepresidente de Confiep, Lelio Balarezo, fue encontrado culpable de defraudación tributaria y condenado a cinco años por haber falsificado 176 facturas entre 1995 y 1997, mientras era gerente general de Balarezo Contratistas, para no pagar S/.5 mlls de IGV.
Eso pasó hace tres días.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD