Luis Davelouis: Siga el dinero

Salvo pocas y honrosas excepciones, las cuentas de la mayoría de candidatos y sus campañas políticas no están del todo claras. Empezando por las de Keiko Fujimori, cuya campaña se financia en parte con dinero que sale de un paraíso fiscal y en la tele nadie le pregunta de quién es esa cuenta ni cuál es el origen de ese capital.

Lo mismo sucede con las cuentas del partido de César Acuña. Personalmente, pienso que no se le puede impedir participar en las elecciones por copión ni por robarse ideas que no son suyas, pero, si se descubriera que el dinero con el que fundó sus universidades tiene un origen ilícito, otro sería el cuento. ¿Por qué hay tan pocos periodistas detrás de estas pistas? Además de Ojo Público, y quizás un par de organizaciones independientes más, los medios más grandes y con más espaldas financieras se dedican a repasar los plagios y las agendas de Nadine, quien, además, ya se va.

Para los analfabetos funcionales: nadie está diciendo que haya que suspender la investigación de las agendas (yo no le veo el caso, pero si quieren investigar, háganlo y a fondo), pero, como periodista, ¿de verdad estás persiguiendo el dinero o solo estás repitiendo lo mismo que dicen las agendas desde hace seis meses en el mismo horario y por el mismo canal sin valor añadido alguno? Si hubiera delito, que difícilmente se pruebe, este se produjo mucho antes de que los Humala fueran gobierno.

Por otro lado, con Acuña y Fujimori hablamos de información caliente que afecta a la carrera electoral hoy y al futuro gobierno. ¿Quién está persiguiendo las cuentas de Acuña o las de Keiko? ¿Quién las de García? ¿Y las de Guzmán? Ok, son 19 candidatos, demasiado, pues concéntrense en el primero y los cuatro segundos.