Luis Davelouis: ¡Plágiate esta!

Hacia la segunda mitad de los 80, Polvos Azules era el mejor lugar para encontrar ropa deportiva de marca. Uno siempre debía preguntar si lo que estaba comprando era importado o "nacional", pues la calidad era considerablemente inferior que aquella de los artículos originales. Lo extraño, para mí, en ese entonces, era que eso no parecía importar a quienes compraban falsificaciones a sabiendas.

Mi abuelo contaba que uno de sus primos estudió Ingeniería porque quería que la gente le dijera "buenas tardes, ingeniero" mientras él dormitaba bajo alguna poinciana. Un viejo conocido de mi familia decía haber estudiado Medicina para que le dijeran "doctor". -"¡Pero hubieras estudiado Derecho, es más corto!". -"La universidad da título, pero no quita lo burro". Era importador de partes de motores.

Todo es un juego de apariencias. En el fondo, los títulos falsos de Alan García; la licenciatura de Castañeda; los plagios de Bryce, los de Cipriani, los de Raúl Ferrero, quizás los de Fernando Iwasaki; los proyectos de aquellos congresistas que jamás entraron a una biblioteca, y hoy los plagios del Apra, del partido de Acuña y en su tesis doctoral. Si a las personas les interesaran la honestidad y las buenas costumbres, solo por higiene, Keiko, Acuña, PPK, García y Toledo no tendrían en conjunto más del 60% de intención de voto. Acuña dice que las ideas que se robó para su tesis están en las citas bibliográficas al final del documento. Sí, yo tampoco le creo. Pobrecito el chato, este cargamontón mediático y desleal es porque le tienen miedo los candidatos que representan a los poderes fácticos. Malos son, carajo. A ver, háganselo a Alan García. Ahí sí se chupan, ¿no? Solo porque es cholo y enano y el otro blanco (bueno, grisáceo estos días) y altote. Abusivos.