Luis Davelouis: Nuestro Congreso

"Ya sabemos de quién es el Congreso", dijo el congresista Pedro Spadaro hace semanas. Y el lunes dijo que la amenaza (sí, es una amenaza) va en serio: "Ni el Frente Amplio ni el partido de PPK estarán en la Mesa Directiva (del Congreso)".

Es verdad que debe doler eso de que le jalen la alfombra cuando ya empezaba a sentirse Humberto Grieve, pero Spadaro es un político profesional y debería ser consciente de que, al margen de la majadería infantil que constituye hacer pataletas públicas, lo que dice no lo perjudica solo a él –mucho menos a PPK– sino a todo el país, incluyendo a los que votaron por él y por la Sra. Fujimori.

¿Qué cree Spadaro que piensa un inversionista extranjero que lee lo que dice uno de los voceros más importantes de la primera fuerza con mayoría absoluta del Congreso? ¿Que está bromeando? ¿Que está hablando con sangre en el ojo y por eso hace estas demostraciones públicas de engreimiento pero que seguramente ya se le pasa?

Lo que dice Spadaro, además de irresponsable, es antidemocrático. Sí, al fujimorismo eso de la democracia nunca le ha quitado el sueño, pero, ¿no se supone que están cambiando y que quieren construir un partido político para fortalecer las instituciones democráticas que destruyó el padre de la Sra. Fujimori? ¿O es que ella estuvo mintiendo todo el tiempo?

Pienso que no y que Spadaro dice lo que le gustaría que pase aunque sepa que es imposible que el Ejecutivo gobierne de espaldas al Congreso o que este pueda ser útil y eficaz de espaldas al Ejecutivo y a las demás fuerzas políticas.

Entre el FA y PPK suman el 36% del Congreso. ¿El fujimorismo se opone a que más de la tercera parte del país esté representada en la Mesa Directiva del Congreso? ¿De verdad se creyeron eso de que el Congreso era suyo? Parece que, en efecto, la pelona no ha cambiado.