Luis Davelouis: Navidad I

"Todo se arregla con plata", decía un amigo querido hasta que se enfermó. Dos años después murió. En esos dos años a mi amigo le cambió la perspectiva. Se volvió vegetariano, trataba de consumir solo cosas naturales. Hacía poesía y usaba un bastón.

Es muy interesante lo que la enfermedad les puede hacer a las personas. Algo cambia en uno cuando cae en cuenta de que nada de lo que haga, que ninguna cantidad de dinero, le va a devolver la normalidad que con tanto desdén damos por sentada. Normal, quiero decir aquí, es levantarte de la cama sin que nadie te tenga que ayudar o te tenga que bañar o vestir o dar de comer. Pleno, aunque sea por unos minutos, antes de abrir los ojos.

Pienso que los seres humanos somos, por lo general, empáticos y solidarios, por necesidad de supervivencia. La supervivencia nos hubiera sido imposible de otro modo. Puedo estar equivocado, la mayoría de las teorías científicas apuntan en favor de esta idea, otras en contra. Me parece muy paja eso de que en la ciencia lo definitivo es esquivo y las certezas son relativas y extremadamente raras. Todo es perfectible y todo está sujeto a comprobación.

En fin. Hoy es 24 de diciembre y buena parte del mundo cristiano celebrará el nacimiento de un hombre que por predicar con el ejemplo, utilizando el código como mera referencia, fue asesinado. En realidad, ni siquiera importa si existió. Lo poderoso es el mensaje: trata al prójimo como te gustaría que te traten a ti. Esta noche, cuando esté abriendo regalos, piense en esto: si se encuentra ante la disyuntiva entre ser buena persona o tener dinero y pasarla bien, ¿qué escogería?

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