Luis Davelouis: Narcoestado II

Sin una firme decisión política, será imposible extirpar la corrupción que le abre el paso al narcotráfico en todas las instituciones y organizaciones de nuestro país. Esa decisión política no ha existido nunca. Quizás solo para lidiar con los síntomas, un jarabe para la tos que evite que la tisis se note mucho.

Cecilia Valenzuela escribía sobre la oportuna entrada en el negocio de la aviación en 2008, justo cuando la aerolínea de 'Eteco' (un investigado por la DEA por cuanto delito relacionado al narcotráfico existe y al que los Ramírez están vinculados) debió cerrar porque tenía a la agencia antinarcóticos encima.

Que los Ramírez hayan llegado al Congreso con una organización que ha cambiado varias veces de nombre, pero que ha mantenido a sus protagonistas y aliados desde los tiempos de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, es alarmante. Más si recordamos que casi todas las organizaciones delictivas del planeta están de una u otra manera ligadas al narcotráfico, porque es la actividad ilícita que moviliza más dinero en efectivo. (¿Se acuerdan de las bolsas de dinero no bancarizado del 'Doc'?)

Los lazos de los Ramírez con 'Eteco' parecen anclarse en la última encarnación del fujimorismo: Fuerza Popular. De otro modo, es inexplicable cómo es posible que alguien que cobra US$500 de entrada a su fiesta de cumpleaños –y dice que representa a los pobres– y que quiere ser presidenta no los ponga lo más lejos que sea posible de ella y de su candidatura.

Keiko dice que no le temblará la mano para luchar contra la corrupción y la delincuencia, pero no es capaz de botar a alguien con los graves cuestionamientos que carga Ramírez. Pero sí a Martha Chávez. Otra vez, como con el viejo Alberto defendiendo a Montesinos, o es idiota o es cómplice. Escoja usted.

Seguimos.