Luis Davelouis: Narcoestado I

El ex (¿?) secretario general de Fuerza Popular Joaquín Ramírez es tan importante para Keiko Fujimori que esta se pudo dar el lujo de despachar a Martha Chávez, Luisa María Cuculiza y Alejandro Aguinaga del partido, de su lista al Congreso y del ojo público, pero no a Ramírez.

¿Qué tiene Ramírez que es tan importante para Keiko? Como reveló el portal Ojo Público, Joaquín y su hermano Osías (congresista electo) aportaron en conjunto casi medio millón de soles a la campaña. ¿Será la plata entonces? Difícil. Joaquín estaba acusado penalmente por falsificar firmas para hacerse de terrenos ajenos (curioso, ¿no? Acusó falsamente a Martín Vizcarra de haber hecho lo que sí hizo su secretario general) y, además, tenía una denuncia por lavado de activos. Manchar toda la campaña por medio millón de soles cuando en una noche de coctel se pueden recoger tres cuartos de millón hace que esa explicación pierda fuerza.

¿Serán sus dotes de brillante inversionista y su olfato? Después de todo, ¿a quién más conocen que pueda obtener una rentabilidad anual de más de 80% promedio durante una veintena de años? Ni Warren Buffet (el mejor inversionista del mundo tiene la "monstruosa" rentabilidad promedio anual de 20%). Sin embargo, después de ver a Ramírez correteando a un opositor para molerlo a golpes en el aeropuerto de Arequipa por gritar "dictadura nunca más", sabemos que brillantez, olfato y paciencia no tiene.

Cuando finalmente lo separan del cargo en forma de renuncia voluntaria, a Joaquín se le pierden los papeles de sus negocios. "Nosotros separamos a los que estén siendo investigados", dijo Keiko en la CADE en diciembre del 2015. Ya entonces estaba mintiendo. Y se van a blindar.