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Luis Davelouis: ¡Todos a Nadine!
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El sábado, un canal de TV daba cuenta de la forma en la que declaraba el presidente Humala respecto de la investigación que se le sigue a su esposa. Según la nota (que se supone cubría la inauguración de una central de energía eléctrica) Humala fue "confrontacional" con quienes le hicieron preguntas al respecto, es decir, fue agresivo con la prensa.
¿Dijo el presidente que iba a cerrar los canales de TV o que iba a mandar a investigar a los periodistas que lo acosan a él y a su mujer? Ni por asomo. ¿Amenazó con alguna acción en contra de la prensa o fue agresivo con los periodistas? Tampoco. Humala dijo, literalmente y en un tono más bien frío y aburrido: "Respaldo a la primera dama y rechazo las acusaciones en su contra". Las dos notas siguientes tuvieron el mismo tema de fondo: la investigación contra Nadine Heredia. ¿Es que no pasa nada más en este país? La Fiscalía acaba de iniciar una investigación preliminar contra Alan García y se cayó un puente construido durante su gobierno y en el mencionado noticiero, ni una palabra al respecto.
Como las malas acciones de algunos no limpian ni justifican a nadie, dejaremos de lado casos realmente grandes en los que hay delitos y una red de corrupción asociada a ellos cuyas dimensiones y alcance apenas estamos empezando a reconocer (Oropeza, Orellana… tan cercano al de Martín Belaunde). En el caso Nadine Heredia (que no es tal) ni siquiera hay un delito del que se esté acusando formalmente a la primera dama.
Es como si la comisión se hubiera puesto de acuerdo para decir "si la investigamos, de hecho le encontramos algo". Y eso es presumir culpabilidad y es ilegal porque, en el extremo, es asumir que todo el mundo es un potencial culpable de algo, si lo investigan lo suficiente.
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