PUBLICIDAD
Luis Davelouis: Lo mejor para el Perú - II
Imagen
Fecha Actualización
La promesa de crecer económicamente, mejorar la seguridad, la educación y la salud y cómo lograrlo es común a todos los candidatos a la presidencia. Entonces, además de sus más o menos accidentadas trayectorias, ¿cómo los diferenciamos?
Ayer decíamos que cada persona natural o jurídica proyecta su necesidad hacia todo el mundo. Por eso, por ejemplo, hay quienes señalan que es indispensable realizar un proceso de consulta previa antes de hacer cualquier concesión para actividades extractivas y hay quienes acusan a los anteriores de enemigos del Perú por pedir eso. Según el auditorio, Alan García está en ambos grupos, pero, a la hora de tomar decisiones, él y sus nuevos aliados están claramente en el segundo.
¿Y para quién gobernaría, por ejemplo, PPK? Con la vida hecha y solucionada –al menos en lo material para él, sus hijos y quizás sus nietos–, es difícil creer que Kuczynski lo hará para sí, sino, más bien, para sus amigos por su propia visión de país y sociedad que tiene. El desarrollo es imposible sin la inversión privada y esta es inviable si no hay posibilidad de lucro. Rebajar los impuestos para las empresas más grandes y rentables es un mecanismo deseable para él.
"Una vez lobbista, siempre lobbista", dirán algunos. Y de hecho los cuestionamientos hacia sus decisiones de "facilitar" las inversiones de algunas empresas están en ese mismo sentido. No es muy diferente de Alan García: este piensa que la creencia en los Apus es síntoma de primitivismo mientras le besa la mano al cardenal, representante de otro ser tan improbable y aún más intangible que un Apu. PPK piensa que la falta de oxígeno explica "el atraso" y la "reticencia a la inversión" de los pobladores altoandinos.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD