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Luis Davelouis: Laico en serio

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Fecha Actualización
Hace casi diez años, LC, entonces de 13 años, quedó embarazada de su vecino, quien la violaba sistemáticamente desde que tenía 11. Cuando supo de su estado, quiso quitarse la vida arrojándose del techo de una casa. La niña no logró matarse, pero, a causa de la caída, se lesionó gravemente la médula espinal. Para remediarlo debía someterse a una operación de emergencia, pero los doctores se negaron a realizarla porque el proceso podría poner en peligro el embarazo no deseado y producto de una violación a una menor. La intervención no se realizó, LC abortó naturalmente y hoy, con 22 años, es tetrapléjica desde los 13.

Diez años después de que la embarazara su violador, el Estado reconoce ante la CIDH que también la violó cuando le negó los servicios de salud necesarios para evitar causarle otro daño permanente (una violación también es un daño permanente).

¿Se hizo justicia? No. LC jamás obtendrá justicia. Y no se trata de deshacer lo que le pasó (lo que sería justo en sentido supremo), sino de, por lo menos, tratar de asegurarnos de que algo como eso nunca más suceda; que nunca más una niña tenga que pasar por dos violaciones y quedar tetrapléjica para que el Estado le haga caso y se haga cargo de ella y de su desgracia, agravada por aquel. Pero están el dogma, el "pecado", la "fe". ¿Y qué tiene que ver el Estado con todo eso? Idealmente, nada. Por eso reclamamos que el Estado respete todas las creencias sin obligar a nadie a vivir de acuerdo al credo arbitrario de alguna de ellas. Ironía: el presidente de la ONPE, Mariano Cucho Espinoza, puede disponer inmediatamente de fondos del Estado para hacer una "misa por la democracia". LC esperó diez años para que el Estado reconociera que hacerle caso a lo que dicen en la misa era volverla a violar.

Nota: Luis Davelouis hace la precisión de que el caso de LC fue llevado ante la CIDH; sin embargo, la instancia ante la que el Estado peruano se allanó es la CEDAW de Naciones Unidas.