/getHTML/media/1238511
Lo último del paro de Transportistas
/getHTML/media/1238503
Rubén Vargas sobre inseguridad: "Se necesita inteligencia no estado de emergencia"
/getHTML/media/1238497
Gilmer Meza de Sutep Lima: "Ministro de Educación -Morgan Quero- debería de renunciar"
/getHTML/media/1238485
Alfonso Bustamante CONFIEP sobre inseguridad: "No hay liderazgo, hay ineficiencia"
/getHTML/media/1238306
Mariana Costa de Laboratoria habla sobre sus encuentros Obama y Zuckerberg en La del Estribo
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238303
¿Cementos y fútbol femenino? Gabriel Barrio de Unacem en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
/getHTML/media/1238198
Lo último: allanan la casa de 'Chibolín'
/getHTML/media/1237508
Hugo de Zela sobre viaje a EE.UU.: "Se intentó explicar al Congreso, pero Dina no quiso"
/getHTML/media/1237506
Abraham Levy: "Hay mucho desinterés sobre los incendios forestales"
/getHTML/media/1237484
Darío Sztajnszrajber, filósofo: "Aprendamos a vivir el amor también con sus sombras"
PUBLICIDAD

Luis Davelouis: Una idea para CADE

Imagen
Fecha Actualización
Hoy, con las exposiciones de cinco candidatos a la presidencia se termina CADE 2015. ¿Qué dirán? Lo que CADE quiere escuchar: mejor ambiente de negocios traducido en reforma laboral a la medida y reducción de costos. Esto último traducido, a su vez, en más liberalización del mercado: menos "tramitología" y controles, menos supervisión, silencio administrativo positivo, más infraestructura y productividad, educación alineada con la demanda empresarial, reglas de juego claras (¿?), más seguridad y Poder Judicial más expeditivo, Policía más eficaz y más orden (¿?). En síntesis: menos Estado para el empresariado; más Estado para lidiar con los que no se alinean con los "intereses nacionales".

Lo de siempre. ¿Por qué habría de ser diferente que en otras ocasiones?Tengo la sensación –y me parece que no solo yo– de que el gran empresariado es muy poco tolerante a la crítica; particularmente a la que proviene de sus colegas (como Ricardo Briceño o Jorge Medina, hoy en Proética) que se dan a la altamente impopular tarea de cantarle sus verdades, su responsabilidad y obligaciones a la empresa para la construcción y desarrollo del país. En cambio, un expositor de CADE que es consultor de varias empresas fue y les dijo exactamente lo que quieren escuchar: "¡más flexibilidad laboral!". ¿Tiene sentido pagar para que le digan a uno lo que quiere escuchar y ya sabe? ¿Cuán útil es eso?

Keiko, PPK, Alan, Acuña y Toledo no saldrán de sus lugares comunes ni zonas de confort; en CADE podrá estar representado el 70% del PBI y las billeteras más gordas, pero los votos están en otro lado. CADE no puede hacerlos ganar, pero los puede comprometer a trabajar en lo básico (seguridad y educación) y a que empiecen hoy, con este gobierno, no el 28 de julio.