Luis Davelouis: ¿Y Hugo Bustíos, Sra. Villarán?

Esta columna iba ayer, pero el caso Buscaglia pudo más. Quería escribir de Susana Villarán, pero el hecho de que, desde las redes, la defensa de una persona y su derecho a vivir con impunidad se convierta en reivindicación racista me pareció alucinante.

Guardando distancias, me hizo recordar cómo, en su momento, Diosinio Romero fue premiado por Confiep como empresario del año luego de que se revelara su 'vladivideo'. También cómo algunos "notables" firmaron un comunicado de apoyo a Cipriani luego de que se demostrara que las ideas que publicaba en El Comercio con su nombre no eran suyas y este periódico decidiera no invitarlo más a escribir. Hay diferencias, pero el mensaje es el mismo: si eres del club, no te pasa nada y, si te pasa, es porque todos son unos cholos resentidos y envidiosos que discriminan a los blancos.

Ahora sí, Susana. ¿Qué estaba pensando? ¿De verdad piensa que alguien puede creerse el cuento de que combatirá al fujimorismo y defenderá derechos humanos y democracia en la lista de un investigado por asesinato como Daniel Urresti, quien, además, carga con el mismo pragmatismo que ella dice repudiar en el fujimorismo? ¿Qué diría Hugo Bustíos? No hay que imaginarlo, ya sabemos lo que dice su familia.

El NO (de la revocatoria) se deshizo: Lourdes con Alan, Anel con Acuña y Susana con Urresti. Los principios no alcanzaron, la realpolitik pudo más. Las "limpias", "justas", "éticas", la "reserva moral" colgándose del narcoindultador, del de la inexplicable "plata como cancha" y del misógino investigado por asesinato para salvar el pellejo. Ahora ya no les van a poder hacer ascos.

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