Luis Davelouis: Guerra sucia II

En un debate, la forma de envolver lo que se dice es primordial para llegar al público y, en ese sentido, si alguien ganó, sin duda fue Keiko. Solo si uno leyera el debate sobre un papel, Keiko queda como una pleitista que propuso poco. Keiko ganó con chaveta y mentiras: "Yo no impulso ninguna guerra sucia".

-A sabiendas de que hace tres años se levantó la declaración de reo contumaz, insistió en acusar a Martín Vizcarra de corrupto y reo contumaz.

-Quiso abanderar la protección del medio ambiente, pero su bancada votó a favor de flexibilizar la normativa que existe para protegerlo de las consecuencias de las actividades extractivas. ¡Cómo has cambiado, pelona!

-Afirmó que el fujimorismo creó el texto de la Ley de Consulta Previa. Ese texto –lo sabe ella– fue elaborado por la Comisión de Pueblos y la Comisión de Constitución en el 2010 y aprobado por el Congreso ese mismo año.

-Insistió en que la reducción del sueldo de los policías había afectado a "la familia policial" cuando –también lo sabe– los decretos 1132 y 1133 contemplaban un aumento escalonado en cinco pasos, de los cuales 4 ya se realizaron y el quinto está presupuestado para diciembre del 2016.

-Insistió en que PPK planea eliminar la CTS a sabiendas de que el plan es reemplazarla por un seguro solo para los que trabajan por primera vez. ¿No recuerda Keiko que en el 2000 José Chlimper, su vicepresidente, impulsó la flexibilización de los derechos laborales para empresas agroindustriales siendo ministro de Agricultura y dueño de una empresa agroindustrial?

Y así, muchas más por el estilo.

Todo con una tranquilidad y convicción escalofriantes para alguien que sabe que está mintiendo. Como su padre persiguiendo a Montesinos ante cámaras.

Ahora imagínela de presidenta.