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Luis Davelouis: ¿Y la educación?

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Ayer se realizó, en el marco de los Diálogos de Políticas Públicas organizados por el IEP, el debate con respecto al futuro de la educación superior y los retos que plantea su reforma al próximo gobierno independientemente de quien gane las elecciones.

Entre los planteamientos más interesantes hubo tres que llamaron particularmente mi atención. Primero, la eliminación (gradual, completa o parcial) de la educación superior con fines de lucro. La educación es un bien público y, dadas sus características, ha quedado demostrado que el lucro introduce distorsiones enormes y negativas en ese mercado. Lo segundo más importante, a mi entender, es que la educación superior debe ser asumida como un todo para reformarla y para ello no debe hacerse distinción entre educación superior universitaria y educación superior técnica, y ambas deben ser supervisadas por Sunedu (que debe ser fortalecida). Por último, la necesidad de garantizar la calidad de la enseñanza pasa también por uniformizar criterios de evaluación: un ingeniero civil de la César Vallejo, de la Ricardo Palma debe tener las mismas capacidades mínimas que uno de la UNI o de San Marcos.

Todo muy bien, pero nos quedamos en lo mismo de siempre: un diagnóstico y una lista de objetivos y mecanismos de implementación consensuados de altísima calidad, pero, ¿quién le pone el cascabel al gato?

Se invitó a representantes de los 19 candidatos a la presidencia y solo fueron cinco: Frente Amplio, Orden, Perú Posible, Todos por el Perú y Apra. ¿Y los otros 14? Ninguno de los 19 planes de gobierno se ocupa de la educación superior a través del actual marco legal que tanto costó aprobar, y eso es desalentador. ¿Tanto les deben los políticos a los mercachifles de la educación? A ver, ¿quién se compra el pleito?