Luis Davelouis: Más corruptos

Ayer terminó el foro organizado por Proética e IDEA en el que 17 de los 19 candidatos a la presidencia de la República expusieron sus planes para combatir este mal que nos aqueja tanto y desde hace tantos años. Es un gran ejercicio y, desde aquí, mi saludo a Jorge Medina, un tipo extraordinario, un idealista de la acción.

Quienes lideran las encuestas tienen los mensajes más ambiguos o débiles o proponen medidas cuya aplicación no dependerá de ellos, sino, a la larga, de un Congreso en el que no tendrán mayoría. Por lo tanto, cuando lo que prometieron no se cumpla, será muy fácil echarle la culpa a otro. Aquí Alan García merece una mención honrosa por su propuesta para eliminar la inmunidad parlamentaria y levantar el secreto bancario de todos los funcionarios, para lo cual necesita una mayoría enorme en el Congreso, porque eso implica un cambio en la Constitución.

Keiko Fujimori, muy correcta, no dijo mucho y les echó la culpa de la mala reputación del fujimorismo a algunos errores. A ver, un error es perder de vista por un segundo la vereda y caerse en un hueco. Birlarse US$6 mil millones del Estado, desaparecer personas, comprar medios de comunicación, aliarse con el narcotráfico, esterilizar mujeres, torturar a primeras damas, perseguir opositores con la Sunat y el Servicio de Inteligencia y demás cosas por el estilo no califican como error. La mayoría pasó sin pena ni gloria. Mendoza habló de muerte civil e imprescriptibilidad de los delitos de corrupción (es una gran idea). Urresti mencionó algo de las compras del Estado y se puso solito en una situación difícil: su ex jefe, Ollanta, podría hacer algo al respecto hoy y no lo hace, ¿por qué? Barnechea es un as. Vamos a ver si le dura.