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Luis Davelouis: Comprar información (final)

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Quien paga mejor tendrá, al menos en teoría, el acceso a la información de mejor calidad y a la más relevante. En el extremo, en un mercado así, la competencia incentivará a los medios más grandes a valerse de su poder económico en detrimento de todos los demás. Eso es claro; si una información puede venderse por 10, ¿por qué la voy a vender yo en 6?

"Gerald (Oropeza), yo te pago 100 mil dólares para que solo declares para mí, incluso antes de que declares ante el juez". ¿Esto ya se hace? Sí, pero es importante recordar que nunca antes, como hoy, se viene intentando que esto sea visto como un asunto de dudosa ética, pero de factura aceptable dependiendo del resultado. Es decir, el fin justifica los medios. El pragmatismo de Fujimori y Montesinos y todos los que siguieron de allí (y varios antes, pero solían ser menos conchudos).

Hoy, algunos colegas buscan instalar un nuevo sentido común según el cual, si todos compran información y entrevistas, no puede ser tan malo, y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pues, a falta de otros, la tiro yo: jamás he comprado una entrevista ni he sabido que los medios para los que trabajé lo hayan hecho. No condeno ni juzgo casos particulares porque tengo muchas dudas y ninguna certeza. Pero la generalización me afecta y nos afecta a todos.

Hay mercados más sofisticados: los que cobran por entregar pruebas, o por no dársela a otro; los que cobran por esconderla; los que cobran por entrevista; los que cobran por fabricar datos falsos y sembrárselos a otros.

¿Cómo nos protegemos de esto? Sería muy bueno que todos los medios divulguen si sus manuales de principios permiten pagar por la información que recogen y divulgan. Eso, solo para empezar.