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Luis Davelouis: Chinchero (Otra vez)

“KW no es constructor, así que deberá contratar uno. Entonces, si el Estado pondrá la plata por adelantado y el privado no puede construir, ¿para qué necesita el Estado al privado en esta etapa?”.

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Kuntur Wasi ganó la licitación del aeropuerto de Chinchero con una propuesta económica que equivalía a la mitad de la que presentaron sus competidores. Nada mal, ¿no? Sin embargo, hoy, la necesidad de destrabar el proyecto mediante una adenda se origina porque –gracias a un "error" en el diseño del contrato– KW puso una tasa de interés –por sus molestias– que elevaba el costo del proyecto de US$500 millones –lo planteado originalmente– a casi US$1,200 millones.

Era tan rochoso que el gobierno anterior se lo dejó al actual.Así es que luego de llamar a la CAF y a la Contraloría para tratar de solucionar este impasse, se decidió que se adelantaría el pago para que Kuntur Wasi pudiera empezar las obras. Sí, con muchas condiciones, pero le iban a dar la plata igual. Sí, el costo que empezó en US$500 y llegó a US$1,200 bajó ahora a poco más de US$800, pero siguen siendo US$300 millones más de lo estimado.

Parte importantísima del contrato de concesión es la construcción del aeropuerto, la otra es la operación del mismo. Kuntur Wasi no es constructor, así que deberá contratar uno. Entonces, si el Estado pondrá la plata por adelantado y el privado no puede construir el aeropuerto, ¿para qué necesita el Estado al privado en esta etapa? ¿No sería mucho más eficiente –y ya no decimos trasparente y ético– que el Estado construya el aeropuerto por sí mismo –sí, quizás demore un poco más– y luego licite su operación?

No sé si la presidenta de Ositran se puso en contra de la adenda porque igual le tocaba irse, pero ¿sus gerentes también? Lo que sí sé es que cuando caiga la piedra –que caerá– nos parecerá a todos que ella fue la única que tomó una decisión estratégica de largo plazo.