Luis Davelouis: Barro con ventilador

La desesperación empieza a hacer presa, por igual, de los que sentían que tenían la elección en el bolsillo y de los que sienten que si no repuntan, se van a quedar fuera o entrarán con las justas.

Alan García aparece en la tele diciendo que está a favor del respeto a las comunidades nativas frente a las actividades extractivas y casi jura que es un paladín de la consulta previa, cuando hace nada redactó El perro del hortelano y sugirió que algunas de esas personas no eran ciudadanos de primera clase y que sus creencias eran primitivas.

También dijo que estaba en contra de Servir porque "es una espada de Damocles sobre la cabeza de los trabajadores", olvidando que fue él quien forjó la espada en junio del 2008. Luego dijo estar a favor del uso de la píldora del día siguiente, pero cuando –siendo presidente– le tocó respaldar a sus ministros de Salud y de la Mujer en el 2010 frente a lo más rancio de la Iglesia (y el TC que él mismo recomendó), escogió lavarse las manos y decir que se trataba de una cuestión "moral". Acto seguido fue a besarle el anillo a Juan Luis Cipriani en el tedeum. Y no es un asunto de memoria, porque también dijo: "Alfredo (Barnechea) debe saber de gas porque en el 2008 me visitó junto al presidente de Colombia César Gaviria para recomendarme unos proyectos de explotación de gas". Antes se refirió a Mendoza como "marxista", lo que en el Perú es casi como que le digan a uno proterrorista.

Barnechea es un lobbista (seguro) y Mendoza terruca y ahora ex asistente de Nadine porque su letra está en las agendas, según hacen constar tres peritos grafotécnicos: uno que no dio su nombre, uno que representa a una organización que no existe y uno que reconoce que con una fotocopia no se puede estar "muy" seguro.