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Luis Davelouis: Alianzas II

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¿PPK se fue con Acuña? ¿Está loco? No, es un paso riesgoso, sí, pero dentro de la lógica esa de que quien no arriesga, no gana (tan cierta). Acuña tiene un arraigo importante en el norte y está aliado con algunos movimientos regionales –como el de Villanueva– que le permitirían a un eventual gobierno de PPK articular allí posiciones sobre las cuales cimentar algo de gobernabilidad. No es una carrera de votos porque estos son mayoritariamente de Keiko y no hay tiempo de darle la vuelta a eso. Esto, me parece, está claro.

El efecto negativo de aparecer en la misma foto con César Acuña o Anel Townsend será marginal. Insisto, esta no es una "juntada" para ganar votos, sino asegurar cierta gobernabilidad de llegar a la presidencia, pero no es que no los necesite. Sin embargo, así como del voto duro fujimorista no se moverá ni uno solo, del voto antifujimorista y del pequeño voto duro de PPK, tampoco. Esos solo se mueven cuando hay catástrofes o cuando hay el amago de una: el pastor Julio Rosas renunciando tras el discurso de Keiko en Harvard (mejor se hubiera esperado hasta que se desdijera).

Rosas se pasó al partido de Acuña porque es el que más se parecía al fujimorismo: pragmático hasta la tozudez, vertical hasta el desbarrancadero. Salió a defender a César Acuña de sus evidentes y flagrantes delitos diciendo que pertenecen al ámbito de su vida personal y al pasado.

¿Renunciará o se hará a un lado ahora que Acuña se alió con uno que tiene en su lista a un congresista abiertamente gay? Imagino que, más bien, encontrará algún otro doblez moral para justificar en su cabeza a Carlos Bruce y mantener el rumbo. La promiscuidad no está bien vista por Dios. Ya regresamos.