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Luis Davelouis: 5 de abril
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Se cumplen 24 años del golpe del 5 de abril de 1992, cuando el orden constitucional fue roto con la excusa –que muchos, incluyéndome, nos compramos– de que el Congreso rémora se oponía a aprobar normas que nos sacaran de la crisis económica o que facilitaran la lucha contra el terrorismo. La única complicación seria que el régimen de Fujimori y Montesinos enfrentaba era la denuncia de Susana Higuchi, quien aseguraba que los hermanos del presidente estaban robando y vendiendo ropa donada, y la investigación estaba por empezar en el Congreso. De eso, ¿cómo llegamos hasta aquí? El fujimorismo era, sobre todo, la suplantación de la realidad por una de su propia hechura: con su Policía, su Ministerio Público, su Poder Judicial, su poder electoral, su Poder Legislativo y sus medios de comunicación. Así pudieron convencer a tanta gente de que Abimael Guzmán cayó gracias a la dirección de Fujimori y Montesinos y no, como ocurrió, a pesar de ellos. O que el Congreso debía ser cerrado para pasar las reformas económicas que nos reinsertaran en el sistema financiero internacional y nos sacaran del "Aprocalipsis" (Aldo Mariátegui dixit) que dejó Alan García. Ambos, ejemplos perfectos de cómo se fabricaba la realidad desde el Servicio de Inteligencia y de cómo algunas personas se lo compraron sin chistar.
Para lograr lo anterior, Fujimori y Montesinos debieron destruir todas las instituciones del Estado removiendo a sus cabezas, reemplazándolas a dedo con gente a la que ponían en la planilla del SIN o, simplemente, matando, extorsionando u hostigando (con la Policía o la Sunat) a quien sea que se les opusiera. Tales corrupción y destrucción de instituciones las seguimos sufriendo. Me voy a marchar con mi hijo mayor.
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