Lamentablemente, lo que hemos conocido sobre las investigaciones a la congresista Luciana León (PAP) y su relación con la presunta organización criminal Los Intocables Ediles es muy grave y podría ser el final de la carrera política de esta militante aprista. A ella se le está investigando por los delitos de cohecho pasivo propio y por tráfico de influencias.

La señora León ha afirmado que sí conoce a Alexander Peña Quispe, presunto número dos de la mafia que destrozó a La Victoria vendiendo sus espacios públicos, como pistas y veredas de zonas comerciales como el emporio Gamarra y los alrededores del mercado de frutas, que tanto daño le ha hecho al distrito.

También existen audios que la comprometen gravemente con la citada red criminal, pero su defensa ha interpuesto un recurso de apelación solicitando la nulidad de lo actuado por la Fiscalía para que no se puedan usar las pruebas obtenidas durante la diligencia de allanamientos en su casa y oficina. Entonces, si prosperara esa petición lo que hemos escuchado todos los peruanos y lo que se ha encontrado en los allanamientos no podría usarse y este grave caso quedaría impune.

Para nuestro país es una tragedia que los congresistas, con el poder que les ha otorgado el pueblo, lo traicionen de esta manera, usando el poder de su cargo para beneficio propio, traicionando el voto que recibieron en las urnas y encima estén protegidos por la inmunidad y el antejuicio. Realmente qué suertudos.


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