Ayer fue el bicentenario de Ayacucho, así que toca escribir algunas líneas poco simpáticas y muy lejanas de la típica narrativa con la que nos “programan”. 1) La Independencia peruana fue absolutamente prematura. No estábamos listos. No existían las bases mínimas para establecer un Estado propio. Ni límites establecidos, ni burocracia, ni clase política, ni vías de comunicación, etcétera. Encima el acomplejado y prepotente Bernardo de Monteagudo desmontó el Estado existente y deportó a sus cuadros.
Solo nos quedaron los militares, que se portaron como “warlords” en casi todo el siglo XIX. 2) No habría habido Independencia hispanoamericana de no ser por la derrota de Trafalgar (que dejó a España casi sin Marina) ni por la larga invasión napoleónica que dejó arrasada y exánime a la península. Tampoco sin el generoso dinero inglés que financió a los independentistas ni sin los mercenarios británicos contratados. 3) Sudamérica posiblemente no se independizaba si la Expedición Morillo no cambia en 1815 de destino (de Argentina a Venezuela) y la traidora sublevación de Rafael Riego en Cádiz no aborta el embarque de la Expedición Calleja-O’Donnell en 1820. 4) Los héroes tenían sus partes oscuras. San Martín fue en realidad un traidor para España.
Era hijo de españoles, estudió y vivió la mayor parte de su vida en España y hasta hablaba con acento andaluz. Fue un pésimo gobernante cuando ocupó Lima y tenía un serio problema de adicción al opio. El bipolar Bolívar sufría de crisis mentales, fue un canalla que entregó a su colega Miranda a España para que le permitan huir a Curazao, pretendió erigirse en dictador perpetuo y detestaba a los peruanos (por él perdimos Guayaquil y le siguió el juego a Sucre para que perdamos Bolivia. Luego Perú tuvo una guerra con él en 1830). 5) Bolívar no derrotaba al virrey La Serna si el general español Olañeta no traiciona a este en 1824 y divide mortalmente al ejército español. ¿Les han contado alguna vez algo de esto antes?