[Opinión] Milagros Campos: Lo bueno, lo malo y lo feo de elecciones municipales en Lima Metropolitana

Al escribir estas líneas, no conozco los resultados de las elecciones. Propongo una mirada al proceso electoral y retos para las nuevas autoridades.

Ha sido muy buena la reacción de los organismos electorales en aclarar rápidamente falsas denuncias. Lo propio ha ocurrido con las empresas encuestadoras y expertos que brindaron información veraz sobre el proceso electoral. Una mención especial a los medios de prensa que colocaron reflectores sobre la información de las candidaturas con serios cuestionamientos a su idoneidad y trayectoria democrática. Más allá de quién gane las elecciones, es deseable que los candidatos respeten el fair play, que se sustenta en un compromiso democrático que sostiene el sistema.

El número de indecisos en las últimas encuestas públicas en Lima fue de 57% (Ipsos, 23 de setiembre). Ello supone que esta semana ha sido decisiva para definir quién ocupará el cargo de alcalde de Lima los próximos cuatro años. El silencio genera un espacio para la desinformación y noticias falsas. Coloca en situación de privilegio a quienes pueden conocer los últimos sondeos. En el caso de Lima, se reflejó en el virtual empate técnico de dos candidatos, y muy cerca, el tercero. Por ello, es momento de insistir en eliminar la prohibición de hacer públicas las encuestas. Asimismo, reiterar en la oportunidad de resolver las tachas sin afectar el tramo final de las campañas.

Lo feo de la campaña ha sido el ataque personal, propuestas ajenas a las competencias municipales, el uso de estrategias xenófobas y la virtual ausencia de un debate sobre las políticas públicas. ¿Qué quieren los limeños? A partir de la reciente encuesta nacional sobre percepciones de la corrupción en el país, los tres principales temas que preocupan son inseguridad ciudadana 68%, corrupción 58% y crisis política 37%. Ello coincide con los resultados a nivel nacional. En el caso de Lima Cómo Vamos, el informe urbano de percepción ciudadana en Lima y Callao 2021, señaló como problemas más importantes que afectan la calidad de vida en la ciudad la inseguridad ciudadana 72.8%, limpieza y acumulación de basura 34.3%, acceso a atención de salud 30.8%, corrupción de funcionarios 29.8% y calidad del transporte público 22%.

Las nuevas autoridades en Lima harían bien en priorizar el gasto para atender estos problemas y mostrar en cuatro años que pueden mejorar la calidad de vida de los limeños. Para ello la política debe enfocarse en las políticas públicas.