Abraham Levy
Abraham Levy

En las últimas semanas y en particular en los últimos días, la sierra y selva peruanas están mostrando crecientes acumulaciones de lluvias. Son –definitivamente– buenas noticias.

El sector más vulnerable de nuestra economía, como lo es la gran comunidad de familias del campo de la sierra y ceja de montaña del Perú, es muy vulnerable a la variabilidad climática. Un año de lluvias escasas o irregulares impacta tremendamente en sus resultados económicos producto de sus siembras. Los últimos años, incluyendo la tardía temporada de lluvias del verano pasado, han sido generalmente perjudiciales.

Este año las cosas son distintas. Venimos observando lluvias desde fines de agosto que han incrementado su magnitud y cobertura geográfica durante setiembre y octubre además.

Las siembras entre Cajamarca y Puno o Cusco y San Martín están encontrando buena humedad en el suelo, lo que es fundamental para que crezca todo lo que produce nuestra sierra y ceja de montaña. Desde la papa hasta la quinua y desde el cacao hasta el maíz, nuestros valles lucen verdes y con buen desempeño agrícola.

Los modelos de tiempo para los próximos días sugieren ya las primeras avenidas en los ríos de la costa peruana, presentándose durante noviembre.

TAGS RELACIONADOS