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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Pues, valgan verdades, lo hemos cumplido bastante bien durante los últimos 10 años: hemos crecido a casi el doble del promedio mundial (por encima del 6%), y hemos reducido –durante dicho periodo– a menos de la mitad la pobreza (de 54% a 26%) y simultáneamente la desigualdad (utilizando el coeficiente de Gini, de 0,49 a 0,45; somos, según el diario Washington Post, el país que redujo en mayor medida la desigualdad en América Latina entre el 2000 y el 2010).

El hecho de seguir una línea –en nuestro acuerdo social– por más de una década es, sin dudas, inédito en nuestra historia republicana. Es una muy buena noticia, más aún cuando la misma se basa en dos estructuras sólidas para el desarrollo de largo plazo: un sistema político democrático y una economía de mercado. Lo que uno esperaría es que una estructura con tan buenos resultados se mantenga y –mejor aún– se reafirme.

Lamentablemente, el 2013 ha dejado la sensación de que ambos pilares se encuentran en riesgo: por un lado, la democracia no pasa por su mejor momento. No sabemos, a ciencia cierta, si existe o no un plan de continuidad por parte de la pareja presidencial, algo que debería estar aclarado a estas alturas. Su intervención en el caso de los medios, un tema privado y ya judicializado, tampoco ha sido bienvenida. Por otro lado, el crecimiento económico del cual gozábamos viene decayendo, y no por causas externas. La pérdida de confianza durante este gobierno es innegable.

Así las cosas, los límites del modelo no son tanto respecto a los pilares como por el liderazgo e interés por mantener los mismos. Sería lamentable perder lo que tanto nos costó conseguir a todos los peruanos.