"La Fiscalía es, desde hace buen tiempo,  una feria de filtraciones con fines políticos".
"La Fiscalía es, desde hace buen tiempo, una feria de filtraciones con fines políticos".

En un país normal sería un tremendo escándalo que se filtren adrede a la prensa, desde una y en un documento secreto, los nombres de todos los militares que habrían participado en la defensa de un aeropuerto contra el ataque de una masa vandálica.

Pero, como el Perú no es un país “normal” (¿y merece ser llamado un “país?), esa situación acaba de suceder. Al semanario que lo publicó no queda más que felicitarlo por la primicia, pero a la Segunda Fiscalía Penal Provincial Especializada en Derechos Humanos de Ayacucho le cabe una sanción muy severa, especialmente a su titular Karen Obregón, aquella a quien la foto y los elogios en la nota revelan como la casi segura “filtradora”. No solo porque el soplo pone en riesgo la seguridad de los militares y prejuzga en contra de ellos (“responsables de la masacre”, les ponen), sino porque el resultado puede ser que simplemente las Fuerzas Armadas decidan ya no defender a una sociedad que luego les descuartiza. A ver si la fiscal de fiscales Patricia Benavides pone un poco de orden en el MP, que desde hace buen tiempo es una feria de filtraciones con fines políticos.

Otro que debería ser sancionado es el juez Víctor Zúñiga, a cargo del “caso cocteles”, porque no es imparcial y ya hasta parece coludido con los fiscales de ese proceso. Hasta la misma La República de Mohme le cuestiona por su actuación (el resto calladitos).

No solo ha permitido la devolución por nueve veces del expediente a los fiscales para subsanar errores (ya tres era un récord en el “control formal” y se debió archivar), sino que lo ha autorizado por décima vez ya en una etapa siguiente del proceso (“control sustancial”) donde NO se pueden presentar devoluciones. Peor aún: como la décima e irregular devolución no subsanó la falla, Zúñiga ha autorizado algo legalmente inaceptable: que las 47 subsanaciones pendientes sean orales e ilimitadas… ¿La Junta Nacional de Justicia existe o son una banda de payasos que no hará nada ante estas barbaridades?