Yonhy Lescano (GEC)
Yonhy Lescano (GEC)

Yonhy Lescano Ancieta es, desde el último viernes, un ídolo de barro. Quizá el congresista más popular. El más bacán. El fiscalizador. El que no se casaba con nadie. Rating garantizado cuando lo sentabas para que despotricase de quien él quisiera. Demagogo como él solo. Hacía chichirimico a cualquiera. Empresa que se pasaba de la raya, pobre de ella; ahí tenía a su Lescano para que reciba el camión de estiércol correspondiente. Sí, hacía rating. Ahora no se me hagan los suecos.

Pero así es la vida, cabezón. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Mientras ante las cámaras era un implacable cazador de corruptos, con su teléfono era todo un degenerado. ¿Cómo va esa delantera? ¿Estás sola? Muéstramelas, para ver si es cierto. ¿Ya en la camita desnudita? No hay defensa que resista un acoso tan flagrante. ¿Qué haría el Lescano inquisidor ante una evidencia así de grosera? ¿Se imaginan quién habría sido el primero en saltar si el congresista ampayado hubiese sido otro? Sí, él. Ya estaría pidiendo el retiro inmediato de su inmunidad parlamentaria y prisión preventiva por la posición de poder que tiene.

Pues me temo que eso es lo que le va a tocar al final. A las 9:31 de la mañana del viernes le dijo a Perú21 que no sabía nada del caso. Pero arteramente, con la aprehensión respirándole en la nuca, le preguntaba en todo momento a la periodista Fabiana Sánchez por el nombre de la denunciante. Horas más tarde, le echaba la culpa a sus custodios. Que como tiene esposa, no es un acosador. Sus custodios lo desmintieron y el cerco se le fue cerrando. Al filo de la medianoche salía en televisión, usando a su esposa, para decir que todo lo escrito eran solo bromas.

No, lo de Lescano es delito. Como Mamani y López Vilela. Acoso agravado. Hasta ocho años de cárcel. Que se larguen los tres.

TAGS RELACIONADOS