General de ley

La elección como presidente del Congreso de José Williams Zapata, un reconocido general (r) del Ejército que comandó la exitosa operación Chavín de Huántar en la residencia del embajador de Japón, ha sido lo mejor para el Parlamento en esta coyuntura de severa crisis política y económica. Una noticia positiva para el país desde que Pedro Castillo asumió la presidencia de la República.

Si el gobierno pensó que promoviendo la vacancia de Lady Camones tendría luego un Parlamento a su medida, con una Mesa Directiva pro-oficialista y con una recua de “niños” interfiriendo en el equilibrio de poderes, se equivocó.

Por el contrario, al frente tendrá ahora a una personalidad de corta pero limpia trayectoria política y firme en sus convicciones democráticas, que, como ya lo ha adelantado en su discurso, no dará tregua a la lucha contra la corrupción, “venga de donde venga”.  Frase que podrá ser un lugar común desgastado y una promesa hueca en el Perú de nuestros días, pero que en boca de este prestigioso exoficial cobra un sentido importante, sino alentador.

Williams ha ofrecido desde su primer día en el cargo que las tareas de fiscalización del Poder Legislativo no se verán menguadas, menos aún ahora que las denuncias y evidencias contra el entorno palaciego se siguen multiplicando.

Paralelamente, sin embargo, deberá avanzar en la agenda legislativa de reformas necesarias para el país, algo que podría coadyuvar a mejorar la deteriorada imagen del Congreso en la opinión pública. Y conteniendo de paso los desatinos de un Ejecutivo que está sumiendo a los peruanos en la inopia, el caos, la delincuencia y a las instituciones del Estado la más absoluta falta de credibilidad.

Todo, resultado de la ineptitud que ha resurgido como rasgo dominante de la administración pública, así como la corrupción que no tan larvadamente campea en todos los sectores del gobierno, gracias a una serie de nombramientos de autoridades y jefaturas incompetentes o de dudosa honradez, por decir lo menos.

Por lo pronto, Williams ya pidió explicaciones inmediatas al gobierno sobre el papelón de la destitución y restitución exprés del coronel Harvey Colchado del Jefatura de Búsqueda de la PNP. Pero, a la par, convocó al presidente Castillo a dialogar en el Congreso, demostrando que hay talante democrático. Como comienzo, no está nada mal.