La inscripción de Alberto Fujimori en el partido fundado por su hija Keiko ha movido el cotarro, pero la verdad es que es improbable que el gesto del expresidente se concrete en una candidatura. No tanto por su avanzada edad — este 28 de julio cumplirá 86 años—, sino porque su condición de indultado, no amnistiado, le impide postular a cualquier cargo público hasta que haya cumplido toda su condena y haya pagado su cuantiosa reparación civil. Por otro lado, la maniobra no se justificaría: las encuestas no muestran una diferencia significativa en el respaldo electoral al padre y la hija. Cualquiera de los dos podría pasar a la segunda vuelta, pero luego más de la mitad del electorado dice que definitivamente no votaría por ninguno de ellos.