/getHTML/media/1234452
Junta de Fiscales Supremo se pronuncia contra ley PL del Congreso
/getHTML/media/1234409
Lucio Castro: "Si no aumentan el presupuesto para Educación pediremos la renuncia del Ministro"
/getHTML/media/1234351
Top 5 restaurantes favoritos de Laura Graner en el Jirón Domeyer en Ciudad de Cuentos
/getHTML/media/1234411
¿Qué esta pasando con el fundador de Telegram, Pavel Durov?
/getHTML/media/1234257
Jorge Zapata de Capeco sobre creación del Ministerio de Infraestructura: "El Gobierno da palazos de ciego"
/getHTML/media/1234214
Alfredo Thorne sobre Petroperú: "Tienen que concesionar lo que le queda"
/getHTML/media/1234250
Nancy Arellano sobre Venezuela: "10 millones de venezolanos migrarían si Maduro continúa"
/getHTML/media/1234107
Abogado de agente 'culebra': "A mi cliente lo tienen trabajando en una comisaría"
/getHTML/media/1234108
Luis Villasana sobre Venezuela: "La presión internacional hará salir a Nicolás Maduro"
/getHTML/media/1234101
¿Quién tiene más poder en el país el Congreso o Dina Boluarte?
/getHTML/media/1233971
Peruanos pagaremos 120 soles mil soles por la defensa legal del ministro del Interior Juan José Santiváñez
/getHTML/media/1234112
El Banco de Crédito abrió su convocatoria al programa Becas BCP
/getHTML/media/1233958
Carlos Basombrío: "Dina Boluarte tiene un ministro a su medida"
/getHTML/media/1233955
Catalina Niño de Grupo OMG: ¿Cómo es el consumidor peruano?
/getHTML/media/1233583
¿Cuál es el superhéroe favorito de los peruanos? en Ciudadanos y Consumidores
/getHTML/media/1233584
Premios SUMMUM: Patricia Rojas revela nueva categoría
/getHTML/media/1233332
Futuro de Nicanor Boluarte en suspenso
PUBLICIDAD

La sonrisa que perdí

Siempre me ha asustado la frase “primero eres tú” o “quiérete primero tú”, quizás porque en una malinterpretación de su significado o una egoísta forma de abordar una crisis, ciertas personas —esas con las que me topé— creen que para levantarse deben pisotear al otro.

Imagen
Fecha Actualización
Siempre me ha asustado la frase “primero eres tú” o “quiérete primero tú”, quizás porque en una malinterpretación de su significado o una egoísta forma de abordar una crisis, ciertas personas —esas con las que me topé— creen que para levantarse deben pisotear al otro.
Me ha costado mucho quererme, y sobre todo huir de situaciones que afectan mi autoestima. La decisión de cuidar mi salud mental y salud física es parte de este cambio. Sé que este proceso no ha sido fácil, no lo es. Hay días en que me siento frágil y sin fuerzas.
Y en el reto de no parar, hay que empezar por aceptarse a uno mismo como alguien con defectos y virtudes, sin balanza de por medio.
Pasa cuando te miras al espejo y te sientes mejor. O quizás cuando te das cuenta, como me pasó, que mi sonrisa no será jamás la más amplia del mundo por las dos parálisis que padecí años atrás por el estrés y el insomnio crónico. Y, sin embargo, hoy me río mucho, y a veces logro dibujar eso que perdí, aunque sea como una aparición efímera.
Quererme ha sido recuperar la dignidad suficiente para no dejarme maltratar, ofender o sentirme la víctima.
Quererme no es excluyente de querer, y si como dicen los psicoterapeutas “primero es una”, yo creo que cuando hay amor suficiente y bondad infinita, puedes quererte y querer, pero para querer bien hay que saber quererse.
El camino está lleno de piedrecitas y de túneles oscuros. Yo la he pasado frente al espejo, mirando las secuelas de esas parálisis que a veces no me dejan pronunciar bien la letra ‘p’. Es la primera vez que hablo del tema, quizás porque ya acepté que con la ‘p’ no voy a pelear, que a Pepe le diré José, o que al pene le diré tristemente miembro viril o alguna palabrota. Aceptarme ha sido la mejor manera de recuperarme. También debo agradecer a esos amigos que en los peores momentos eran mis ‘traductores’. Pasa que cuando hablo con desgano ni yo me entiendo, y sigue pasando hoy. Y veo que algunos hasta me leen los labios, y no me incomoda.
Cuando el neurólogo me dijo que mi sonrisa no sería como la de antes y que nadie se fijaría en ello, lloré con amargura, y me escondí. Hasta que me resigné y ello me ha hecho entender mejor el mundo que me rodea. Lo que soy y lo que quiero ser, y tener claro que una sonrisa, unos kilos extras o el cabello en eterno desorden ya son parte de mí, y así me quiero. Y así te quise.
ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR
TE PUEDE INTERESAR