(Flickr Presidencia)
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Uno. Según la última encuesta de Ipsos, publicada ayer en el diario El Comercio, la popularidad del presidente Pedro Pablo Kuczynski cae tres puntos para situarse en 27%. Confirma, como suele suceder, el cambio en la tendencia identificado por Datum hace unas semanas. El incremento de dos puntos en la aprobación de la premier Aráoz (hoy en 33%) identificaría la disminución en popularidad más en el presidente que en el gobierno.

Sospecho que pueden existir múltiples razones (la comisión Lava Jato, la reconstrucción, las idas y vueltas en el indulto al ex presidente Fujimori, etc.), pero sería importante que en Palacio alguien revise esto. Dos. Ante todas las críticas (muchas con razón), la aprobación de la Sra. Keiko Fujimori sube dos puntos para situarse en 39%. Esto puede, como siempre, tener distintas lecturas: puede que los sectores populares vean como positivo el papel de balance al gobierno, o que las acusaciones que llevan adelante (al fiscal de la Nación, al Tribunal Constitucional, etc.) sirvan para demostrar un ánimo justiciero, o que simplemente sea por un reflejo a la gestión del gobierno. Sea por lo que sea, lo importante es que en Palacio se creía que una oposición férrea del fujimorismo sería tan nociva para ellos como para el gobierno. Pasado el tiempo, cada vez queda más claro que no es así.

Tres. Parece que el descenso de la aprobación presidencial, para algunos oficialistas, se debe comparar con la disminución del presidente del Congreso, Luis Galarreta, quien cae del 32% en octubre al 25% actual.

Dejan de ver que, en la búsqueda del poder, al líder (léase, Keiko Fujimori) solo le interesa su nivel de aprobación; si la aprobación del Congreso tiene que disminuir para que la suya se mantenga o suba, pues que así sea. Sería bueno que empiecen a entender la política en términos de los líderes y no en cosas secundarias, como la bancada o el partido.