El dirigente siempre estuvo rodeado de maestros que impedían cualquier acercamiento de la prensa. (César Campos)
El dirigente siempre estuvo rodeado de maestros que impedían cualquier acercamiento de la prensa. (César Campos)

La intransigencia y violencia de los maestros huelguistas, luego de aprobadas las medidas extraordinarias que los benefician, deja algunas incógnitas y preguntas sobre la mesa. Pero algunas decisiones del Ejecutivo, quien tiene la responsabilidad de solucionar este problema, también.

Para empezar, ¿por qué el gobierno brindó todos los beneficios sin acuerdo previo con los huelguistas? Digo, si ya decidieron ir adelante, lo lógico sería que dichos adelantos –que no son poca cosa– se entreguen bajo un acuerdo beneficioso para los alumnos que hoy siguen perdiendo sus clases. La respuesta del Ejecutivo, me aventuro a creer, sería que dicha cesión dejaría a los huelguistas en, por así decirlo, offside: aceptadas y otorgadas las exigencias, solo un intransigente seguiría marchando y atentando contra la educación nacional. Si ese fue el supuesto, una premisa fundamental del mismo era que la huelga se circunscribía a las exigencias, y no a motivaciones distintas (políticas, por ejemplo).

Lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿aún tenemos dudas de que las motivaciones no eran políticas? Cuando ya habían logrado, en lo sustancial, un acuerdo, el dirigente Pedro Castillo se echó para atrás, y desde ahí solo ha sido un roadshow político y mediático. Se ha paseado por plazas, azuzando a los maestros con agravios inexistentes (que la ministra no los recibió, que no quieren dialogar y así), y ahora se pasea por el Congreso, va y viene a radios y medios, y todo aquello que sostiene una plataforma política a nivel nacional.

La violencia desatada ayer por los maestros en huelga no tiene sentido, sustento, ni objetivo concreto. Fue una demostración de capacidad, de fuerza, pero la pregunta es ¿para qué? ¿Tiene sentido la participación de la CGTP y la CUT, las principales centrales sindicales, a sabiendas de que las exigencias de fondo fueron atendidas? No lo creo.

De paso, ¿no deberíamos estar mirando otros sistemas educativos exitosos? Por el monto que sufragamos, hace rato pudimos poner un sistema de cupones educativos. Ni siquiera han investigado el tema, no digo un plan piloto o algo así.