Al cierre de esta columna, ninguno de los indicadores de temperatura del océano Pacífico ecuatorial exhibe temperaturas propias de El Niño, tampoco se observan variaciones en la circulación del aire y patrones de precipitación clásicos de El Niño. Es muy probable que El Niño 2023-2024 haya terminado en abril y que mayo, a su término, sea considerado un mes neutral (ni El Niño ni La Niña).

Ahora bien, la climatología moderna utiliza una amplia gama de herramientas de modelamiento del clima para anticipar la posible llegada de El Niño o La Niña. Lo hicieron bien con El Niño 2023 (lo anticipaban desde el último trimestre de 2022) y ahora lo están haciendo casi de modo unánime a favor de la presencia de La Niña en el Pacífico en el invierno de 2024. Es importante destacar que los modelos de predicción de El Niño y La Niña son menos precisos durante el otoño. Pero, cuando este avanza (y ya pasamos la mitad de él) y persisten en advertir la llegada de La Niña, las probabilidades se disparan.

La NOAA, precisamente, recogiendo la muy mayoritaria inclinación de los modelos climáticos a un escenario de La Niña, lleva al 69% la probabilidad de que ella esté presente en el invierno.¿Qué cosa es La Niña para la NOAA o para los modelos climáticos? Es un enfriamiento de todo el cinturón ecuatorial del Pacífico (exceptuando su extremo occidental) que no necesariamente llega a la costa peruana. Es allí donde veremos –una vez más– la diferencia entre La Niña global (la que estudian y pronostican las más importantes agencias meteorológicas globales) y La Niña costera (que está circunscrita a Perú y Ecuador; sobre la cual solo se pronuncia con cierto rigor el ENFEN).La costa peruana, debe saberse, ya exhibe temperaturas del mar algo más frías que lo habitual. Aún no alcanza status de La Niña Costera; pero podría hacerlo más adelante. El enfriamiento estacional que ya estamos observando en la costa es señal de aquello.

En virtud de lo señalado y de cara a lo que viene observándose, el invierno en nuestra costa está asegurado. Mañana recibiremos el Día de la Madre en la costa con temperaturas propias de la época. Lima, por ejemplo, ya muestra temperaturas normales. Inclusive algo más bajas que lo habitual cerca de la costa.

Con La Niña global, costera o no, vienen impactos positivos para nuestra economía. Ya vemos algunos de ellos. La primera temporada de pesca industrial está exhibiendo una contundencia notable en las capturas de anchoveta. Nuestros cítricos tendrán mejor oportunidad de madurar en rama y con coloración adecuada. Nuestras cosechas afectadas por el calor de 2023 por el cálido invierno se van a recuperar. Caso de arándanos y mangos por citar algunos ejemplos.Un especial y cariñoso saludo a todas las madres del Perú.